¿Transformación Digital? 'You know nothing, John Snow'

Honestamente, odiamos escuchar las palabras transformación digital. Pero, ¿por qué es así, cuando la tecnología está en el centro de nuestra consultoría y cuando toda empresa siente la necesidad de dar un impulso tecnológico? Bueno, aquí queremos compartir algunas ideas al respecto.

Odiamos escuchar sobre transformación digital porque, como todo nuevo concepto de management, es confuso y a menudo lleva a las empresas a malinterpretar su esencia misma, que no son las herramientas digitales, sino la estrategia digital. Esta mala interpretación es, en la mayoría de los casos, la razón por la que vemos que tantos procesos de transformación digital salen mal.

"La digitalización es tomar un proceso y mejorarlo, es decir, hacerlo más fácil, más rápido o más barato. Esencialmente, tomar el mismo proceso y hacerlo de manera diferente. Por otro lado, la transformación digital es el proceso de implementación de nuevas tecnologías que pueden mejorar activos ya existentes para crear nuevo valor para los clientes." Stefanini

A menudo, el cambio digital comienza o se abre camino a partir de la entrada de nuevas generaciones a la organización. Cuando los nativos digitales entran en la oficina, demandan herramientas y estándares que no encuentran, y rápidamente proponen nuevas formas de gestionar la información, las comunicaciones, las reuniones, etc.

Otra situación típica que lleva a las empresas a comprometerse con las nuevas tecnologías es cuando un grupo de personas dentro de la organización nota ineficiencias o procesos disfuncionales que podrían mejorarse con herramientas digitales.

Entonces aquí está el problema: si bien todos apostamos por procesos bottom-up, cuando se aplica a la transformación digital se corre el riesgo de abordar los problemas de negocio uno por uno con tecnología o plataformas digitales sin cuestionar primero su raíz común para proponer un paquete de soluciones que sea transversal y que ayude a la empresa en su conjunto. La única forma de mejorar realmente la ejecución del negocio con la transformación digital es comenzar con la estrategia. Esta estrategia debe convertirse en una declaración y creencia transversal, y su diseño DEBE ser guiado por aquellos que trabajan en estrecha colaboración con el núcleo comercial porque la transformación digital se trata primero del modelo de generación de valor comercial y solo luego, de la ejecución.

Pero aún así, ¿qué pasa si simplemente queremos un sistema de gestión de proyectos? Perfecto, queremos una herramienta digital, queremos digitalizar cómo trabajamos, pero debemos ser conscientes de que al hacerlo no estamos generando un salto en el trabajo que realizamos. Y esa es la parte difícil, no debemos engañarnos creyendo que cambiar únicamente el cómo permitirá que nuestro negocio se mantenga al día con la era digital. Y nuestro negocio probablemente fracasará, tarde o temprano, si no remodelamos también el qué, si no reconsideramos nuestro modelo de generación de valor a la luz de las novedades en curso del mercado digital. La transformación digital impulsará la implementación de herramientas tecnológicas que ayudarán en el día a día del negocio, pero primero requiere cambios en el core, en su visión.

Sin embargo, a menudo las empresas que están iniciando su viaje digital comienzan con la implementación de herramientas tecnológicas para ganar eficiencia o mejorar la experiencia del cliente. Y solo a medida que pasa el tiempo, se incorporan más objetivos estratégicos y comienza a aparecer la madurez digital.

Respondents who respond “Strongly agree” or “Agree” (%)

Source: MIT Sloan Management Review (2015) Deloitte University Press

Entonces, en resumen, odiamos que las empresas a menudo tomen la transformación digital de manera superficial y concreta como la implementación de una serie de herramientas tecnológicas cuando en realidad debería desencadenar un proceso profundo dentro de la empresa, un proceso de repensar todo lo que hace. Si empiezas por esto último, podrás hacer cambios tecnológicos en una dirección, con propósito y potenciando el valor de tu negocio de manera continua y orgánica. Las herramientas digitales llegarán de forma natural, con gobernanza, y seguirán desarrollándose dentro de la empresa. De lo contrario, los trabajadores se confundirán y el negocio se complicará. Las herramientas digitales se introducirán y no se integrarán, se percibirán como útiles (y ni siquiera por todos), en lugar de ser percibidas como esenciales para la generación de valor.